Tariq Ibn Ziyad es uno de los comandantes más destacados quien grabó su nombre en la gloriosa historia islámica, la cual incluye nombres como Jalid Ibn Al Walid, S’ad Ibn Abi Waqas, ‘Amr Ibn Al ‘Aas, Salahuddin y Muhammad al Fatih.
Gracias a Tariq Ibn Ziyad, un estado musulmán se estableció en Al Andalus, hoy conocida como España y Portugal. Este estado duró 800 años. Este gran héroe no fue originalmente árabe, sino que fue un beréber que vivía en Marruecos. Muchos de estos bereberes abrazaron el Islam, incluyendo ‘Abdullah, el abuelo de Tariq. ‘Abdullah era el primer nombre árabe musulmán en su familia (...)
El inicio
Tariq Ibn Ziyad inició su vida como cualquier otro niño musulmán. Aprendió a leer, a escribir y memorizó algunos capítulos del Corán y los hadices. Su amor por la vida militar hizo que se uniera a la armada comandada por Musa Ibn Nusayr, el comandante a cargo en el Maghreb Occidental (Marruecos actual). Tariq participó en las conquistas islámicas y mostró un gran coraje y una excelente habilidad en el mando, que atrajo la atención de Musa Ibn Nusayr. Este último admiraba su destreza y habilidad y le nombró gobernante de Tánger, una ciudad marroquí en el mediterráneo.
Una oportunidad para conquistar la península ibérica
La península era gobernada por un rey injusto, Rodrigo, quien era odiado por su propia gente y quienes estaban pensando derrocarlo y rebelarse contra él. Buscaron la ayuda de los musulmanes que gobernaban la región del norte de África, y que eran conocidos por su justicia.
El conde visigodo de Ceuta Julián, que gobernaba cerca de Tánger, fue el intermediario para así convencer a los musulmanes de ayudarles. El conde Julián se puso en contacto con Tariq Ibn Ziyad y le ofreció su asistencia para sacar a Rodrigo. Tariq tomó esta oferta y vio que era una buena oportunidad para expandir el Islam y permitir así a la gente conocer sus nobles enseñanzas. Tariq envió un pedido a Musa Ibn Nusayr en Marruecos, para obtener permiso de conquistar la península. Musa pidió a Tariq de esperar hasta que envíe por el Califa de los Musulmanes, Al Walid Ibn ‘Abdul Malik para tomar su autorización y de explicarle la situación. El Califa dio permiso pero instruyó a Musa Ibn Nusair de enviar primero una campaña de reconocimiento, para saber que está sucediendo en la península antes de embarcarse hacia ellos.
La expedición de reconocimiento de Tarif
En respuesta a la orden del Califa, Tariq empezó a preparar una pequeña expedición que cruce el Mediterráneo hacia la península. La expedición se encontraba bajo la orden de un comandante beréber llamado Tarif Ibn Malik. Consistía de quinientos de lo mejores soldados de los musulmanes, que partieron para verificar el estado en Andalucía. La campaña marchó en Ramadán el 91H, correspondiente a Julio del 710EC. Cruzaron el mar en cuatro barcos ofrecidos por el conde Julián. Anclaron en la orilla opuesta, una área que fue luego nombrada la Isla de Tarif, el comandante de la campaña. Esta pequeña campaña examinó muy bien el territorio. No encontraron ninguna resistencia, y retornaron con un generoso botín de guerra.
La expedición de Tariq Ibn Ziyaad
Los resultado de la incursión de Tarif, alentaron a Tariq a prepararse para la invasión de la península. En menos de un año después de la expedición de Tarif, Tariq Ibn Ziyad salió con siete mil soldados, muchos de ellos eran musulmanes beréberes. Cruzó el Mediterráneo hacia Andalucía y la armada musulmana se reunió cerca a una montaña que fue conocida después como Yabal Tariq (la montaña de Tariq o Gibraltar) el 5 de Rayab de 92H, correspondiente al 27 de Abril del 711EC.
Tariq permaneció en esta área por muchos días. Construyó un castillo cuya función era una base militar cerca a la montaña. Designó a algunos soldados de custodiarla y de proteger la retaguardia de la armada en caso de que sea obligado a retirarse.
Apoyado por el conde Julián, Tariq Ibn Ziyaad marchó con su armada penetrando el área más cercana. Se dirigió hacia la provincia de Algeciras “Isla verde” y tomó sus castillos. A este punto, le llegaron las noticias a Rodrigo de la invasión. Se encontraba ocupado luchando contra unos rebeldes en el norte. Se detuvo de luchar con ellos y regresó a Toledo, la capital del país, y se preparó para enfrentar a la armada musulmana.
Tariq Ibn Ziyad marchó por el norte hacia Toledo. Sus fuerzas acamparon en un amplio valle entre el río Tajo al Este y el río Albarracín por el Oeste. Al mismo tiempo, Rodrigo completó su preparación y reclutó una tremenda armada de cien mil guerreros armados con las armas más poderosas. Rodrigo marchó hacia el sur y estaba muy seguro que vencería.
Cuando se le informó a Tariq Ibn Ziyad de este gran número de soldados, envió un mensaje a Musa Ibn Nusayr diciéndole sobre la situación y pidiendo por ayuda. Musa Ibn Nusayr envió cinco mil de los mejores soldados. Así el número total de los musulmanes llegó hasta doce mil.
El gran encuentro
Rodrigo marchó hacia Shadhunah donde completó su preparación. Luego continuó para encontrarse con los musulmanes.
Una batalla decisiva tuvo lugar entre las dos armadas cerca de shadhunah. La batalla inició el 28 de Ramadán del 92H, correspondiente al 18 de Julio del 711EC, y continuó durante ocho días.
Los musulmanes eran unos valientes guerreros, y fueron tan firmes como las montañas en el campo de batalla, a pesar que sus enemigos quienes estaban bien equipados les sobrepasaban. No tenían miedo del poder del enemigo o del gran número. Los musulmanes fueron victoriosos sobre sus enemigos por la excelente preparación, la fe muy arraigada, sinceridad, y el ardiente deseo de ser mártires por la causa de Allah.
En el octavo día de la batalla, los musulmanes alcanzaron la victoria. Rodrigo, el último de los reyes visigodos, escapó de la batalla, y ya nada se supo de él; parece que perdió la vida en la batalla en la cual también perdió su reino.
El periodo siguiente a la victoria
Después de esta rotunda victoria, Tariq persiguió a la armada derrotada y avanzó con su armada para conquistar el país. No halló considerable resistencia en su marcha hacia el norte. En su camino a Toledo, la capital de los Visigodos, Tariq envió una pequeña expedición militar para conquistar las ciudades de Córdoba, Granada y Málaga.
Tariq continuó en su marcha hacia el norte penetrando las colinas de Andalucía hasta que llegó a Toledo después de un viaje largo y tedioso de más de 600km del campo de batalla.
Cuando Tariq llegó a Toledo, trató a los lugareños amablemente y no tocó sus Iglesias. Luego marchó hacia el norte hasta que llegó al Golfo de Vizcaya. Retornó de nuevo a Toledo y escribió un mensaje a Musa Ibn Nusair informándole de su victoriosa conquista. Pidió más hombres y equipo para continuar con su marcha, y expandir el Islam en estas tierras, y ayudar a su gente a deshacerse de la injusticia de los visigodos.
Musaa Ibn Nusair y su participación en la conquista del Andalus:
Musaa Ibn Nusair seguía la marcha de la armada Islámica bajo el comando de Tariq Ibn Ziyah. Se percató que Tariq se encontraba en necesidad de ayuda y apoyo, especialmente después del martirio de muchos musulmanes en las batallas que tuvieron. Comandando a 18 mil soldados, cruzó hacia la península en Ramadán del 93H, correspondiente al 712EC. Tomó una ruta diferente a la tomada por Tariq, para así tener el honor de conquistar nuevas áreas. Marchó hasta llegar a Toledo donde se encontró con él.
Después de un breve descanso en Toledo, los dos comandantes reiniciaron la invasión y conquistaron Zaragoza, Tarragona y Barcelona así como otras ciudades. Luego cada comandante tomó una ruta diferente hasta que conquistaron todo Al Andalus.
El retorno a Damasco
Mientras que los dos comandantes estuvieron conquistando estas áreas, recibieron un mensaje del califa Al Walid Ibn ‘Abdul Malik, en el cual les solicitaba detener la conquista y de retornar a Damasco para rendir un reporte del progreso de la conquista. Los dos comandantes organizaron los asuntos de los lugares que conquistaron y tomaron a Sevilla como capital de Al Andalus, por su cercanía al mar.
Los dos comandantes partieron de allí hacia Damasco, la capital del Califato Omeya. Llegaron a Damasco y se dieron con la sorpresa que Al Walid había muerto y su hermano Sulayman Ibn `Abdul-Malik era el califa. Presentaron un reporte completo de la conquista. El califa les ordenó permanecer en Damasco. (…)
El carácter de Tariq Ibn Ziyad
Tariq Ibn Ziyad fue un gran comandante que logró esta alta posición gracias a su fe, paciencia, firmeza y determinación.
Consiguió todas estas victorias, porque solía pensar en cada paso que tomaba, y nunca se apresuró en tomar decisiones. Solía recaudar información antes de dar un paso; por ejemplo, antes de cruzar hacia Al Andalus, envió una expedición de reconocimiento para examinar el territorio.
También fue un creyente devoto y estaba seguro que la victoria de Allah estaría a su lado, incluso en los momentos más críticos. Por ocho días, continúo luchando con un enemigo que sobrepasaba a su ejército en número y equipo, pero con la gracia de Allah pudo alcanzar la victoria al final.
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